La arquitectura de la participación

O'reillyTim O’Reilly (O’Reilly, 2005)[1], desarrolla el concepto de arquitectura de la participación.  Es un concepto con el que pretende expresar la idea de contenidos generados mediante la colaboración entre usuarios y la producción por parte de estos.  En su nivel más simple, significa que la forma en que un servicio, producto o aplicación está diseñado puede mejorar facilitando la participación masiva de los usuarios.  La arquitectura de la participación ocurre cuando mediante el uso normal de una aplicación o servicio, el servicio mismo mejora.  Aplicado a la Web 2.0, se potencia y mejora en la medida que más personas las utilizan.  El software de la Web 2.0 está diseñado de forma que las interacciones del usuario tienen el efecto colateral de mejorar el servicio.  A mas usuarios de un servicio mas posibilidades de que este mejore y que funcione mejor.  Cuanto mas busco con el Google, más lo mejoro en sus resultados de búsqueda, cuanta mas gente usa Facebook mejor es Facebook.

Esta arquitectura se construye alrededor de las personas y no de las tecnologías.  El papel de la tecnología es facilitar herramientas de empoderamiento y democratización en el intercambio del conocimiento.  Tras esta arquitectura de participación hay una ética de cooperación implícita, donde la Web 2.0 actúa como intermediario inteligente, conectando los extremos de la red entre sí y aprovechando las posibilidades que ofrecen los propios usuarios en la aportación de su conocimiento.

Otro de los elementos a considerar dentro de la arquitectura de participación es el de apertura.  Las comunidades, los grupos y los servicios se organizan de manera tal que las barreras impuestas a la participación son bajas y existe una valoración real de ideas y sugerencias nuevas que se adoptan por aprobación popular.   Esto conduce a que cualquier idea o sugerencia, no sea ni buena ni mala en sí misma, ya que en la Web 2.0 es buena en la medida en que logre la aceptación y adopción por parte de los usuarios.  Los sitios o las aplicaciones con más éxito parecen ser, aquellos que estimulan la participación masiva y ofrecen una arquitectura (facilidad de uso, herramientas útiles, etc.) que tiene barreras bajas y que por lo tanto permiten la participación masiva.

Si una parte esencial de la Web 2.0 es el aprovechamiento de la inteligencia colectiva, convirtiendo a la Web en una especie de cerebro global, podemos decir que la blogosfera[2] es el equivalente de la constante charla mental en el cerebro, la voz que oímos en todas nuestras cabezas.  Puede no reflejar la estructura profunda del cerebro, que es a menudo inconsciente, pero es, en cambio, el equivalente del pensamiento consciente.  Y como reflejo del pensamiento consciente y de la atención, la blogosfera ha comenzado a tener un efecto cada vez más importante.

Arquitectura de la participación


[1] O´REILLY, TIM: “Qué es Web 2.0. Patrones del diseño y modelos del negocio para la siguiente generación del software” en Boletín de la Sociedad de la Información de Telefónica http://sociedadinformacion.fundacion.telefonica.com/DYC/SHI/seccion=1188&idioma=es_ES&id=2009100116300061&activo=4.do?elem=2146

[2] Blogisfera, blogsfera, blogalaxia o blogósfera es el término bajo el cual se agrupa la totalidad de weblogs y se deriva de la palabra inglesa blogosphere.  Debido a que los blogs o las bitácoras están conectadas por medio de enlaces, comentarios, históricos y referencias han creado y definido su propia cultura.

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