Implantación: Y ahora ¿Cómo ponemos en marcha todo esto?

La implantación de las estrategias podemos definirla como el “conjunto de actividades y decisiones que son necesarias para hacer efectiva o poner en marcha una estrategia de modo que se consigan la misión y los objetivos estratégicos” (Navas y Guerras, 2002)1. Implica la necesidad de introducir cambios en la organización. Las actividades de implantación afectan a cuatro ámbitos:

  • Diseño organizativo, problemas relativos a la definición del tipo y características de la estructura organizativa.
  • Sistemas de dirección y liderazgo de recursos humanos, problemas relativos al equipo humano que implantará la estrategia.
  • Cultura organizativa, conjunto de valores y creencias que pueden facilitar o dificultar su implantación.
  • Sistemas administrativos de seguimiento y control.

La implantación es fundamental, ya que estrategias adecuadamente diseñadas pueden fracasar por un procedimiento de implantación inadecuado. Algunas de las causas que pueden hacer fracasar la implantación de una estrategia pueden ser mal cálculo de tiempo que se necesita para la implantación, escasa definición de las tareas y actividades, ineficaces sistemas de coordinación, factores externos no controlables, inadecuada dirección y liderazgo o una falta de seguimiento de las actividades (Alexander, 1985)2.

Estrategia formulada

Adecuada

Inadecuada

Estrategia implantada

Excelente

Éxito

Se logran los objetivos marcados.

Rescate o ruina

Una buena implantación puede salvar una estrategia pobre y dar a la dirección tiempo para corregirla o puede acelerar su fracaso.

Pobre

Problema

Una pobre implantación entorpece una buena estrategia. La dirección puede concluir que la estrategia es inadecuada.

Fracaso

Causa de fracaso difícil de diagnosticar. Una estrategia pobre marcada por la incapacidad para implantarla.

Tomado de Bonoma (1984)3

Para la implantación eficaz de una estrategia (Sánchez y Cantarero, 2002) 4, (Assael, 1990)5 y (Koontz y O´Donnell, 1985)6 la dirección tiene que tener un compromiso claro con la implantación y participar activamente en el desarrollo, control y evaluación de esta, adecuando la estructura de la organización a las necesidades de la planificación. La estructura de la organización se debe diseñar en lo posible para que sustente el logro de objetivos y la toma de decisiones para implantar las estrategias.

Comunicación fluida a todos los grupos de interés, no tiene mucho sentido formular planes y estrategias si estas no se comunican, se debe lograr que todos los objetivos sean entendidos y aceptados, al mismo tiempo debemos responsabilizar a todos en su implantación pero dejando los márgenes adecuados para la toma de decisiones en cada momento. Incluso continuar difundiendo la importancia de las estrategias. Aún cuando se tenga un sistema adecuado de objetivos y estrategias, se puede fracasar si no se continúa difundiendo su naturaleza e importancia.

Debemos estar constantemente analizando las conversaciones que se producen en el entorno y los posibles cambios que puedan producirse, hasta las estrategias más adecuadas pueden dejar de serlo si cambian las condiciones en las que fueron creadas.

Si el proceso de planificación ha sido participativo muchos de los problemas que hemos visto estarán resueltos y prácticamente no se verá un salto entre la planificación y la implantación se verá como un proceso natural y continuo. Es conveniente que continúen funcionando las herramientas que hemos puesto en marcha en el análisis y la formulación durante el proceso de implantación para evitar rupturas y poder controlar los problemas de implantación que vayan apareciendo. Como medida mas limitada se puede mantener un foro donde se vayan reflejando los éxitos en la implantación del plan así como los problemas detectados y sus posibles soluciones.

1NAVAS LÓPEZ, J. E. y GUERRAS MARTÍN, L. A. (2002): “La dirección estratégica de la empresa: Teoría y aplicaciones” Civitas, Madrid.

2ALEXANDER, L. D. (1985): “Successfully implementing strategic decisions”, Long Range Planning, vol 18, nº 3.

3BONOMA, T. V. (1984): “Making your marketing strategy work”, Harvard Business Review, vol 62, nº 2

4SÁNCHEZ, Y y CANTARERO, G. (2002): “MBA de bolsillo” Martínez Roca, Barcelona.

5ASSAEL, H. (1990): “Marketing: Principles&Strategy”. The Dryden Press Internacional, Orlando.

6KOONTZ, H. y DONNELL, C. (1985): “Administración”, McGraw-Hill, México.

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