WikiLeaks: El poder esta en los ciudadanos

WikiLeaks es una organización sin ánimo de lucro que publica informes anónimos y documentos filtrados de interés público. Se ofrece a recibir filtraciones que desvelen comportamientos no éticos por parte de gobiernos, con especial atención a los países que considera tienen regímenes totalitarios, pero también sobre grupos religiosos, organizaciones y empresas de todo el mundo. Su lanzamiento fue en diciembre de 2006, aunque su actividad comenzó en julio de 2007. Desde entonces su base de datos ha crecido hasta acumular millones de documentos. Su creador, Julian Assange es un personaje controvertido, que se autodefine como «editor jefe» y es la imagen en televisión, Twitter y conferencias. Como todos sus integrantes, Assange trabaja como voluntario.

Este personaje hoy odiado y perseguido, en 2008, ganó el premio del Index on Censorship, y otros premios relacionados con los medios de comunicación. En 2009 fue el ganador de los Premios Amnistía Internacional de los Medios Británicos por la difusión de asesinatos extrajudiciales en Kenya con la investigación de El Llanto de la Sangre.

Pero sin duda, la situación ha cambiado, una cosa es difundir los asesinatos extrajudiciales en Kenya o las corruptelas de países y organizaciones del “tercer mundo y otra muy distinta mostrar a todo el mundo como soldados estadounidenses desde un helicóptero asesinan al reportero de Reuters Namir Noor-Eldeen, a su ayudante y a nueve personas más, algunas de ellas cuando iban a llevarse a los muertos y heridos.

Difundir el llamado Diario de Guerra de Afganistán donde se incluye información sobre víctimas civiles provocadas por soldados de Estados Unidos y por soldados de los países aliados, fuego amigo, conexiones entre la inteligencia pakistaní y los talibanes insurgentes… O que decir de los Registros de la Guerra de Iraq en los que se revelan, el uso sistemático de torturas, y desvela que se produjeron 109.032 muertos, de ellos 66.081 civiles. Cada día, de media, murieron 31 civiles, durante un período de seis años.

Pero es a partir del 28 de noviembre de 2010, cuando todo cambia. WikiLeaks filtró a la prensa internacional una colección de 251.187 cables o comunicaciones entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo. Se trata de la mayor filtración de documentos secretos de la historia. WikiLeaks proporcionó esa información a los diarios The Guardian, The New York Times, Le Monde, El País y al semanario Der Spiegel. Posiblemente los prestigiosos del mundo.

A partir de ese momento, todo se precipita, y parece que se pierde el sentido común. Se desata una feroz campaña de intimidación contra WikiLeaks que constituye un peligroso ataque contra las libertades de expresión y de prensa. Una persecución extra judicial que constituye un ataque a la democracia misma. Altos políticos estadounidenses han llegado a tachar a WikiLeaks de organización terrorista y están presionando para lograr su cierre. Algunas voces han insinuado incluso que habría que matar a los miembros de su equipo: Palin considera a Assange terrorista y su detención debe tener la misma urgencia que perseguir a Al Qaeda y a los líderes talibán. Un presentador de FOX, Bill O’Reilly, pedía la ejecución de los miembros de WikiLeaks y de quienes filtran los documentos. Un alto cargo del gobierno de Canadá, Tom Flanagan, asesor del primer ministro, dice que Julian Assange debería ser asesinado.

Con independencia de lo que cada uno pensemos sobre WikiLeaks, algunos especialistas en Derecho ya han manifestado que es probable que la organización no haya vulnerado ninguna ley. El grupo de periódicos que esta colaborando con WikiLeaks analiza cuidadosamente la información antes de su publicación para evaluar los 250,000 cables diplomáticos y eliminar cualquier información cuya publicación fuese irresponsable o supusiera un peligro para la seguridad. Hasta la fecha se han publicado menos del 1% del total de los cables filtrados. Hasta la fecha el problema no es de seguridad, si no de poner sobre la mesa el cinismo de los gobiernos.

¿Desaparecerán los secretos? Por supuesto que no, WikiLeaks se basa en un gran secreto, en el mas clásico del periodismo, mantener la confidencialidad de sus fuentes de información. Pero sin duda, obligara a los estados a ser mas transparentes y posiblemente nos encontremos en el inicio de una nueva forma de gobernar.

También supondrá una nueva forma de hacer periodismo. Será el fin del periodismo tal y como se ha practicado hasta ahora. Puede ser un estimulo para que los medios recuperen el papel frente al poder que en su día tuvieron. Como plantea el propio Assange “¿Cómo es que un equipo de cinco personas ha llegado a mostrarle al público la información más reprimida, a ese nivel, que el resto de la prensa mundial junta?” Lo que ha cambiado es la forma de ofrecer la información, el trabajo conjunto de medios de comunicación prestigiosos de todo el mundo y sobre todo el uso de internet, el poder de las masas.

Seria impensable todo lo que esta ocurriendo sin la WEB 2.0. Nada pude ocultarse todo puede ser publicado (para lo bueno y lo malo). Pero sobre todo permite que millones de personas puedan unirse para enfrentarse a las presiones que esta sufriendo WikiLeaks. Iniciativas individuales y colectivas recorren todo el mundo. Sin todas esas iniciativas hace tiempo que WikiLeaks seria historia. Y esas iniciativas solo son posibles gracias al poder que la WEB 2.0 da a los ciudadanos. Desde las iniciativas más radicales como Anonymous, que consideran que están en una guerra digital para proteger la libertad de información en Internet y se dedican a “tirar” servidores que niegan su apoyo a WikiLeaks. Por cierto, los propios miembros de WikiLeaks se desmarcan de este tipo de iniciativas. A campañas en torno a AVAAZ que reunieron 400,000 firmas en apoyo a la libertad de prensa en apenas 24 horas.

La presión de los Estados, una vez mas, recorre el mundo, pero esta vez no están solos, enfrente tienen a ciudadanos de todas las ideologías y condiciones, que se organizan y enfrentan a su poder. Cuando todo esto pase, quizás pocos se acuerden de que ponían esos cables filtrados, de quien decía que de quien. Incluso puede que todo vuelva a ser como antes ¿o no? Creo que si quedará algo. Un gran aprendizaje para todos, que sera difícil de olvidar, y que si puede hacer que las cosas cambien.

EL PODER ESTA EN MANOS DE LOS CIUDADANOS

La escalofriante campaña de intimidación que gobiernos y corporaciones privadas están librando contra WikiLeaks supone un ataque a la libertad de prensa y a la democracia. Necesitamos generar urgentemente una protesta ciudadana gigantesca para detener este asalto. ¡Reunamos 1 millón de voces esta semana y publiquemos anuncios a toda página en periódicos en los EE.UU.!

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