Ventajas de la iniciativa social

Publicado originalmente en el blog Iniciativa Social y Estado de Bienestar en 2000

Realizaremos un breve recorrido por las ventajas de la iniciativa social en relación con otros sectores.  Como hemos señalado anteriormente, además de unas funciones que son propias de la iniciativa social, esta tiene múltiples ventajas en relación con el Mercado y al Estado (Navajo, 1991)[1].

Mayor confianza de los ciudadanos

Los ciudadanos (tanto los beneficiarios como los posibles donantes) suelen tener mayor confianza en la gestión realizada desde la iniciativa social (Nelson y Krashinsky, 1973)[2], al no tener directamente intereses políticos, ni ir a la “caza de votos”, ni querer vender nada para la obtención de un beneficio económico.  Es lo que algunos autores denominan “fracaso del contrato”, se prefiere a la iniciativa social por que no se tiene confianza en el sector privado por su interés en lograr beneficios. (Hansmann, 1986)[3].  Son organizaciones que surgen de la propia ciudadanía, por ello, se sienten más próximas y más “creíbles” (Martínez, 1994)[4].  En consecuencia los ciudadanos apoyaran mas a las asociaciones del tercer sector, – con dinero y con esfuerzo voluntario – porque piensan que es más fácil que de este modo se apliquen a las actividades que desean.  Esta mayor confianza sobre la iniciativa social, evita que en ocasiones las asociaciones estén exentas de suspicacias y temores sobre la gestión de sus fondos, sospechas de intereses particulares, incertidumbre sobre el destino final de la ayuda, etc.  Esto debe llevar a las asociaciones a tener una transparencia absoluta en sus objetivos y en su gestión, dando cuentas periódicamente a la sociedad sobre el empleo de los recursos y las acciones realizadas.  Todos los esfuerzos en esta dirección no serán en vano, ya que una asociación que basa su supervivencia en la solidaridad de la población, si pierde esta perderá una de sus mayores ventajas.

Más adaptación al medio y flexibilidad

La iniciativa social generalmente goza de una mayor adaptación al medio y flexibilidad. Pueden realizar una modificación rápida y eficaz de la intervención en función de los cambios que se producen o la adaptación a diversos colectivos (Donatí y Lucas, 1987)[5].  Además sus características permiten la rápida intervención ante nuevos problemas o situaciones de emergencia.  Su estrecho contacto con la realidad social y su escasa burocratización contribuyen enormemente a potenciar este aspecto.  Esto hace, que en muchas ocasiones, cuando el Estado continúa pensando como intervenir ante un problema nuevo, muchas asociaciones ya se encuentren actuando y sirviendo de modelo a la intervención del Estado y del Mercado.  Esta adaptación al medio y flexibilidad suele ser difícil encontrarla en los otros sectores, aunque bien es cierto que algunas asociaciones han crecido enormemente en los últimos años y han perdido parte de la flexibilidad y la frescura que las caracterizaba, “fosilizando” su acción.  Otras sin crecer vienen durante años realizando aquello que siempre han venido haciendo, sin darse cuenta que los tiempos y las necesidades han evolucionado y que su acción ya no es adecuada para la sociedad actual.  Sin duda, es mas fácil que las asociaciones sean flexibles y pioneras en sus acciones en sus orígenes (Kramer, 1981)[6].

Menor costo y burocracia

Generalmente tienen un menor costo y burocracia.  El coste de las acciones en igualdad de condiciones es menor desde el asociacionismo (Pérez y Bernardo, 1988)[7].  Por ejemplo, con una menor inversión económica se logra una mayor eficacia en los proyectos de las ONG que trabajan en los países en desarrollo, que con macroproyectos estatales que cuentan con importantes contribuciones económicas pero con una escasa repercusión en el desarrollo de la comunidad.  Esperemos que este menor coste de las acciones se deba a una mejor gestión, una manera distinta de hacer las cosas y una originalidad en el modo de actuar, y no por una reducción de costes de personal al trabajar con voluntarios o con remunerados mal pagados.  Sin embargo, puede ser peligroso que debido a este menor costo, se derive hacia la iniciativa social acciones que deben ser responsabilidad del Estado o, más aun, que se entre en competencia desleal con la iniciativa privada, ocupando campos de actuación que no le son propios.  En los últimos años no es extraño que aparezcan denuncias de determinadas empresas contra la iniciativa social, al considerar que están realizando competencia desleal, incluso cuando es el Mercado quien entra en terrenos clásicos de la Iniciativa Social: “Nos atrevemos a afirmar que para las entidades sin animo de lucro, la Ley de Asociaciones y de Fundaciones, supone un refugio para el no pago de impuestos y una tremenda distorsión del mercado, en todas aquellas que realizan actividad mercantil, y que en gestión de recursos sociales son una gran mayoría” (De Pedro, 1997)[8].

Tendremos que ver hasta qué punto el Mercado no realiza competencia desleal con la iniciativa social y ocupa espacios que pueden ser propios de esta siempre que ven la más mínima expectativa de beneficios económicos.  Posiblemente estemos equivocando el debate al llevarlo al terreno del Mercado, este debe centrarse en quien puede ofrecer una mayor calidad en los servicios y una mayor satisfacción del usuario y no en quien debe lograr mayor beneficio económico.  No lo olvidemos no estamos hablando de beneficio económico para unos pocos, sino de beneficio social para la comunidad.  Donde evidentemente no plantea ningún problema el Mercado es en la prestación de aquellos servicios que no son rentables económicamente pero que son necesarios socialmente.  Que desean ¿Qué la iniciativa social se dedique solo y exclusivamente a prestar servicios deficitarios? ¿Qué la iniciativa social se retire alegremente de aquellos campos de actuación que tradicionalmente viene desarrollando por que en un determinado momento pasan a ser rentables económicamente? Que ocurrirá cuando dejen de ser rentables ¿Deberá volver otra vez alegremente la iniciativa social con el beneplácito del Mercado?  Debemos ser conscientes que para muchas organizaciones realizar acciones de las que se obtienen recursos económicos sirve para poder continuar desarrollando acciones rentables socialmente, pero no rentables económicamente.

Posibilidad de asumir riesgos y trabajar en situaciones difíciles

Debido a sus características la iniciativa social tienela posibilidad de asumir riesgos y trabajar en situaciones difíciles.  Las asociaciones pueden poner en marcha iniciativas novedosas o proyectos piloto que en principio serían difícilmente asumidos por otros sectores debido a que no está suficientemente demostrada su eficacia – o los beneficios económicos para el Mercado.  Esto unido a la flexibilidad y la mayor adaptación al medio hace que se den respuestas inmediatas a problemas nuevos y sobre todo soluciones creativas (Casado, 1989)[9].  Estas soluciones novedosas puestas en marcha por la Iniciativa Social, posteriormente, una vez demostrada su viabilidad, son desarrolladas tanto por el Estado como por el Mercado.  En este sentido podemos decir que en ocasiones la iniciativa social actúa como un autentico “banco de pruebas”, en donde si un proyecto demuestra su eficacia es generalizado a otros ámbitos.  Que decir por ejemplo como veremos más adelante de la atención social a los enfermos de SIDA, o de la educación de adultos, o de la ayuda a domicilio, etc.

Facilidad para llegar a sectores y lugares donde es difícil que llegue el Estado o el Mercado

Sin duda, poseen una enorme facilidad para llegar a sectores y lugares donde es difícil que llegue el Estado o el Mercado.  Al ser un tipo de intervención que parte de la propia comunidad se evita el rechazo que entre determinados colectivos surge a la intervención estatal o privada, por la desconfianza que puede existir ante las intervenciones extrañas y ajenas, especialmente donde se espera del Estado una intervención policial (inmigrantes sin papeles, toxicómanos que venden droga, prostitución, etc.)  Así, por ejemplo, es muy difícil para el Estado realizar programas estables de atención social a inmigrantes ilegales, primero por la desconfianza del inmigrante ante toda intervención del Estado, ya que tienen temor de ser expulsados, por otro lado, para el Estado, los inmigrantes sin papeles son en principio personas a las que se debe expulsar, por tanto será difícil su intervención en este terreno.  Así nos podemos encontrar por ejemplo con el siguiente titular “El PP aprobó extender a los ilegales la asistencia social, pero no sabe como[10].  El texto del articulo nos aclara mas la situación: “El Partido Popular, que gobierna con mayoría absoluta en la Comunidad, aprobó el jueves una propuesta en la Asamblea de Madrid que ahora sus propios gestores ignoran cómo hacer realidad.  Ni siquiera saben si es viable”.  Evidentemente pesamos que todos los ciudadanos tienen derecho a la asistencia social, sean ciudadanos “ilegales” o no, y en este sentido la ley aprobada por el Partido Popular es positiva, e incluso podríamos decir que progresista.  Ahora bien, no pensaron que ante un colectivo como este la administración no es la más adecuada para intervenir.  Hubiera sido mucho más eficaz subvencionar a una o varias ONG para que desarrollasen esta función, que además saben como desempeñar, por que muchas de ellas ya vienen desarrollando este tipo de actividad.

Además, como plantean acertadamente algunos autores, el Estado tendera a prestar servicios en función de los intereses de sus votantes, del elector medio, por lo que siempre existirá una demanda que estará insatisfecha y que será cubierta por la iniciativa social (Weisbrod, 1988)[11].  Por tanto, en aquellas sociedades más heterogéneas y multiculturales el Estado tendrá más dificultades de satisfacer la demanda y tendrá un papel más importante la iniciativa social.

Mayor cercanía al usuario y mejor detección de necesidades.

Gozan de una mayor cercanía al usuario y mejor detección de necesidades.  Las asociaciones surgen de los miembros de la comunidad, trabajan en su barrio o pueblo, surgen en respuesta a unas necesidades o para dar satisfacción a aspiraciones de un colectivo, nadie como ellos conocen los problemas, por lo cual, están en una situación inmejorable para detectar las situaciones sobre las que se debe actuar.  Sin duda un adecuado análisis de la realidad es la garantía de una adecuada intervención.

Personalización de los servicios

Debido a sus métodos de trabajo pueden lograr una mayor personalización de los servicios.  Los proyectos que desarrollan se elaboran pensando en una comunidad concreta para dar respuesta a sus necesidades y demandas y promover su desarrollo.  Las asociaciones son quienes mejor pueden ofrecer un servicio puesto que se adaptan a la oferta de valores culturales, religiosos o étnicos de los individuos (James, 1989)[12].  Esto hace que pueda producirse una mayor personalización de los servicios que en las intervenciones desde otros sectores.  Además, por las características intrínsecas de determinados servicios que desarrollan las asociaciones no pueden ser más que personales.  ¿Podríamos pensar por ejemplo en una ayuda a domicilio complementaria que no fuera personal?  La diversidad de la iniciativa social permite al usuario seleccionar los servicios en función de sus propias afinidades y necesidades.

Crean canales de participación directa

Gracias a que están basadas en la participación y la solidaridad crean canales de participación directa.  La iniciativa social permite una participación más directa en las actividades de la asociación.  La ventaja que produce esta forma de gestión hace que cada vez con mayor frecuencia organismos dependientes de diferentes Administraciones públicas cuenten con la participación de los usuarios, creando juntas de gobierno o consejos asesores, etc.  Es una oportunidad de participar en la toma de decisiones y en el desarrollo de proyectos que pueden cambiar la realidad social, más allá del simple hecho de votar cada cuatro años y permite cambiar la sociedad, su entorno más cercano, y no a largo plazo, sino con acciones de las cuales pueden ver sus efectos a medio plazo.

La participación no se produce como un todo o nada, sino que es un proceso en el que nos podemos encontrar diferentes grados (Mena, 1990)[13]:

  • Utilización de los servicios e instalaciones por parte de los miembros de la comunidad.
  • Cooperación con las iniciativas planificadas por un organismo o institución.
  • Participación en las actividades de planificación, gestión y evaluación de la entidad.

Articulación de la sociedad civil y refuerzo del tejido asociativo

Favorecen la articulación de la sociedad civil y refuerzan el tejido asociativo.  Propician una participación de la sociedad en la solución de sus propios problemas reforzando el tejido asociativo, creando canales de participación y redes de solidaridad.  Una sociedad con un tejido asociativo fuerte y pujante es una sociedad más madura y desarrollada.  La importancia del papel que la Iniciativa Social puede desempeñar en la realidad social actual, lleva incluso a algunos autores, a proponer como un indicador más claro de desarrollo humano de cualquier sociedad, más allá de los indicadores económicos, el numero de ONG y la madurez de la sociedad civil donde se integran (Sáenz de Buruaga, 1994)[14].

Sensibilización en la cultura de la solidaridad.

Con su acción sensibilizan al conjunto de los ciudadanos en una nueva cultura de la solidaridad.  Actúan como modelo para otros ciudadanos, contribuyendo a que se asocien para resolver sus problemas, difundiendo los valores de solidaridad, participación, pluralismo y tolerancia.  Podemos decir que la solidaridad es contagiosa, un virus que se transmite curiosamente con relativa facilidad, ver a ciudadanos actuando de un modo solidario genera que cada vez más actúen de este modo.  Una acción solidaria iniciada por un pequeño grupo, en poco tiempo puede contar con un gran apoyo.  Pensemos por ejemplo en la acampada en el madrileño Paseo de la Castellana por el 0´7 que poco a poco se fue extendiendo hasta alcanzar dimensiones nunca imaginadas por los organizadores; o el fenómeno “Sin fronteras”, una ONG fundada hace 25 años (Médicos Sin Fronteras) ha dado lugar por imitación a todo un abanico de ONG que van desde Farmacéuticos Sin Fronteras a Payasos sin Fronteras.  En ocasiones esta solidaridad puede extenderse rápidamente superando cualquier previsión.  Como ejemplo pensemos en los millones de personas que salieron a la calle y se lanzaron a gritar ¡Basta Ya!, ante el asesinato de Miguel Ángel Blanco, desbordando cualquier previsión y por supuesto sorprendiendo a la clase política, o en el movimiento “Nunca Maix” o en el “No a la Guerra” iniciado por los actores españoles y que a las pocas semanas recorría todo el país.

Mediación ante los sectores marginados

Actúan como estructuras mediadoras en favor de sectores marginados de nuestra sociedad, facilitando vías de comunicación entre el individuo y los sectores públicos, en consecuencia facilitando, la participación, el pluralismo y la protección de los intereses de los grupos más desfavorecidos (Linares, Peral, Pérez y Meseguer, 1995)[15].  La población que se encuentra más al margen, aquella que más necesita de los servicios y de un desarrollo en un entorno adecuado, son precisamente los que más alejados se encuentran de estos y los que más difícil tienen el acceso, permitiendo a los grupos minoritarios hacerse escuchar y ejercer su influencia (Wuthnow, 1991)[16].  Las asociaciones tienen un importante papel mediador sirviendo de “amplificador” de las necesidades y demandas; y muchas veces no solo de amplificador, sino que sirven de “traductores” de éstas.  Al mismo tiempo se encargan de informar y acercar los servicios y recursos a los que tienen derecho.

Defensor

Pueden actuar mas eficazmente como defensor.  Cada vez la iniciativa social ejecuta más eficazmente este aspecto.  Actúan como critica ante el Estado de las demandas inatendidas, sirviendo de control de la acción tanto del Estado como del Mercado.  Esta defensa también pretende en muchas ocasiones que se produzcan cambios políticos o legislativos para que se produzcan nuevas prestaciones o que se mejore en la prestación de servicios ya existentes.  Podemos poner como ejemplo para que se produzca un cambio legislativo el movimiento asociativo que intenta presionar a los gobiernos para la prohibición de la fabricación y uso de las minas antipersonal.  Esta defensa en ocasiones debe realizarse ante sectores de la propia comunidad menos concienciados o tolerantes, como las campañas contra el racismo y la xenofobia.  Se debe tener cuidado ante la defensa de intereses de grupos particulares contra el interés general.


[1]NAVAJO GÓMEZ, PABLO: «Iniciativa social y participación ciudadana en programas sociales»,  comunicación presentada en la mesa redonda de las Terceras Jornadas de Psicología de la Intervención Social: El Bienestar Social en la Década de los 90. Madrid, 1991. Documento multicopiado.

[2] NELSON, R. y KRASHINSKY, M: «Two major issues of ablic policy» en <In public sunsidy for day care of young children> Lexington, Mas.: DC Heath and Co, 1973.

[3] HANSMANN, HENRY: «The role of Nonprofit Enterprese» Josey-Bass . San Francisco 1986

[4] MARTINEZ, JUAN LUIS: «Las organizaciones no lucrativas y prestación de servicios de cooperación al desarrollo» en <<La ayuda internacional humanitaria: su gestión>>. Boletín de Estudios Económicos Vol XLIX diciembre 1994 nº 153.

[5]DONATÍ, PIER PAOLO Y LUCAS, ANTONIO: «La política social en el Estado de Bienestar: El desafió de los sistemas complejos», en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Nº 37. Madrid 1987.

[6] KRAMER, R.: «Voluntary Agencies in the Welfare State». University of California Press. Berkeley, 1981.

[7]PÉREZ SUAREZ, LEOPOLDO Y BERNARDO CORRAL, FRANCISCO: «Actividades de bajo coste económico y alta rentabilidad social», en <<La Cruz Roja en el bienestar social.  Encuentro de las Sociedades Iberoamericanas, Sub-Región II>>. Cruz Roja Española, Madrid 1988.

[8] DE PEDRO ALFARO, ALFONSO: «Las sociedades lucrativas en la gestión de servicios sociales» en Boletín de Estudios y Documentación, Nº 6 Madrid 1997.

[9]CASADO, DEMETRIO: «Las Organizaciones Sociovoluntarias», en <<Organizaciones voluntarias e intervención social>>. ACEBO. Madrid 1989.

[10]Aparecido en El País 23 de septiembre de 1996.

[11] WEISBROD: «The non-profit organizations» en <<The economics of non-propietary organizations>>.  Greenwich, 1988.

[12] JAMES, ESTELLE: «The non-profit sector in international perspectives.  Studies in comparative culture and policy». Oxford University Press, New York 1989.

[13]MENA MERCHAN, BIENVENIDO: «Participación social y desarrollo comunitario», en <<Política social y participación>>.  Documentación Social Nº 80.  Madrid 1990.

[14]SÁENZ DE BURUAGA, GONZALO: «El vaciamiento por el mercado del Estado de Bienestar» en <<Acontecimiento>>, Año X, numero 31, primavera-verano de 1994.

[15]LINARES, MARIA SOLEDAD, DEL PERAL, REGINA, PEREZ, FERNANDO U MESEGUER, JOSE: “El voluntariado” en <<Premio Bancaixa de investigación sobre servicios sociales 1994. El voluntariado>>. Bancaixa, Velencia 1995.

[16] WUTHNOW, R: «Between States and Markets: The voluntary sector in comparative perspective». Princeton University Press, Prtncenton, 1991.

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