Clasificación de la iniciativa social

Publicado originalmente en el blog Iniciativa Social y Estado de Bienestar en 1997

Introducción

Vamos a abordar la iniciativa social desde una perspectiva amplia, como un conglomerado de asociaciones heterogéneo, diverso y múltiple.  No se excluyen las asociaciones de autoayuda, las asociaciones de afectados ante cualquier problema, las asociaciones vecinales, deportivas o la mayor parte de las asociaciones ciudadanas, de jóvenes, de personas mayores, los sindicatos, cooperativas sociales, etc.  Una gran parte suelen ser asociaciones pequeñas, poco complejas en su organización y que tienden hacia la especialización en torno a un tema, estando además localizadas en un territorio muy concreto.  En general, aunque algunas de estas asociaciones realizan una labor en favor de sus asociados están contribuyendo a la resolución de los problemas y al bienestar social de grupos mucho más amplios, transcendiendo los resultados que obtienen más allá del propio grupo, transmitiendo estas mejoras a la comunidad.  Es más, están ayudando a desarrollar un tejido denso de redes ciudadanas que contribuyen a una sociedad civil más pujante y organizada (Gíl, 1990)[1].  Sin duda, actúan desde la solidaridad para la mejora del bienestar, se les puede acusar de actuar desde una ideología determinada, en la defensa de los intereses de un colectivo específico, pero aquella organización que esté libre de ideología o que no defienda los intereses de sus miembros “que tire la primera piedra”.

Definición y características

No podemos olvidar que la iniciativa social, o tercer sector, es un concepto muy criticado y cuestionado, ya que algunos autores se plantean si realmente podemos hablar de un tercer sector en contraposición al Estado y al Mercado.  El Estado y el Mercado están claramente definidos y conocemos sus características, pero en el caso de la iniciativa social nos encontramos ya con una primera dificultad al estar definido por aquello “que no es”: No es Estado (no gubernamental), no es mercado (sin animo de lucro).  Nos encontramos así en un espacio indeterminado y fronterizo, en una especie de “tierra de nadie”.  Además se podría hablar de un cuarto sector, si consideramos el tercer sector como propio de las relaciones familiares y de amistad y el cuarto sector la solidaridad desarrollada a través de organizaciones, incluso se habla de un quinto sector si se realiza la división entre autoayuda y beneficiarios externos a la organización (Smith, 1991)[2]

Definirlo sólo por lo negativo es demasiado pobre, no se da idea de las características de aquello que se está definiendo.  Esto nos muestra la dificultad que existe para delimitar un perfil propio y precisar una actividad común a todas aquellas organizaciones y asociaciones que se agrupan bajo esta denominación.  Es un conglomerado de agrupaciones, asociaciones, organizaciones y movimientos con múltiples elementos que los diferencian entre sí, y donde es muy difícil establecer características comunes.  Además, se trata de un sector que se define por su diferencia al Estado y al Mercado y sin embargo cada vez son más las implicaciones que mantiene con ambos.  Así, por ejemplo, algunas de las entidades que se consideran englobadas dentro de este sector sólo en sentido poco estricto podría afirmarse que no tienen animo de lucro, ya que funcionan como auténticas empresas de servicios y sus características son más propias de una empresa que de una ONG.  En cuanto a su carácter no gubernamental parece más claro, pero en ocasiones dada la progresiva vinculación de este tipo de organizaciones al sector público a través de la gestión indirecta de servicios y de las subvenciones que reciben del mismo la frontera se diluye.  Para venir a complicar aun más la situación, la frontera puede desaparecer en las organizaciones creadas por las propias Administraciones Públicas para colaborar con los servicios sociales, como por ejemplo prevé la Ley de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Galicia de 14 de abril de 1993, que en su articulo 47 dice “Las entidades locales podrán promover el voluntariado social mediante la creación de organizaciones de voluntarios para la concesión de los fines previstos en la presente ley…[3].  ¿Pueden ser no gubernamentales las asociaciones creadas por la Administración?  Incluso un elemento que puede ser tan característico como puede ser la mejora de la calidad de vida, en ocasiones se transforma en meras reivindicaciones corporativas en las que sólo se piensa en la “mejora de la vida de unos pocos”, en detrimento de otros grupos o a costa de la de otros.

Nos encontramos así, con un sector en donde podríamos encontrar prácticamente un continuo que iría del Estado al Mercado.  De este modo las organizaciones creadas por las Administraciones Públicas para lograr sus fines estarían en la frontera del Estado y seria en ocasiones difícil diferenciarlas de aquel, ya que tendrían características de Estado (financiadas con fondos públicos) y características de iniciativa social (formada por voluntarios y pertenecientes a la esfera privada).  En el extremo opuesto, podemos encontrarnos con organizaciones muy próximas al Mercado, por ejemplo empresas de servicios, que si bien no en sentido estricto, poseen un cierto animo de lucro y compiten por lograr mejores “cotas de mercado”.  En similares circunstancias podemos tener las cooperativas sociales.  Si nos situásemos en el centro de este continuo tendríamos las organizaciones que serían en sentido estricto tercer sector y que no tendrían características del Estado ni del Mercado. ¿Podemos definir las características propias de las organizaciones que forman este tercer sector en “estado puro?”.  Evidentemente no es fácil, pero podemos intentar avanzar algunas características:

  • Son grupos artificiales con un mínimo de permanencia y organización.
  • Existe un consenso entre sus miembros sobre sus objetivos y fines.
  • Legalmente no pueden repartir beneficios entre sus socios (James y Rose Ackerman, 1986)[4].
  • Tratan de lograr la mejora del bienestar de colectivos o comunidades, no de obtener beneficios para individuos específicos.
  • El voluntariado en cualquiera de sus formas es su base fundamental (Funes, 1993)[5].
  • Obtienen una parte de sus ingresos en mayor o menor media de donaciones, tanto públicas como privadas (Martínez, 1994)[6].
  • En líneas generales, disponen de una base social.
  • Sus raíces están en la solidaridad y el altruismo en mayor o menor grado desinteresado.
  • Representan los intereses de colectivos y/o comunidades más o menos extensas.
  • Son organizaciones privadas pero orientadas hacia los demás, son “privadamente públicas” (Giner y Sarasa, 1995)[7], esto implica que no estén jurídicamente relacionadas con la Administración pública.
  • Están gobernadas autónomamente, disponen de sus propios órganos de gobierno y no están controladas por entidades exteriores (Salamon y Anheir, 1992)[8].

Aun reconociendo la debilidad teórica del concepto y las dificultades que existen para su definición, debemos reconocer que es un espacio no ocupado ni por el Estado ni por el Mercado, que actúa como garantía de un “pluralismo cultural” (Rose, 1954)[9], donde múltiples intereses colectivos pueden reivindicarse, con unas características propias – aunque como vimos se diluyen en situaciones fronterizas – y con unas funciones que le son propias, aunque pueden no ser exclusivas, como por ejemplo:

  • Mediación social.
  • Sensibilización ciudadana hacia una mayor solidaridad colectiva.
  • Dinamización del tejido social.
  • Contribuyen a la organización de una sociedad civil más pujante y activa.
  • Crean redes de solidaridad.
  • Se enfrenta con los fallos del Mercado y del Estado y con sus efectos no deseados.

Así, podemos definir el Tercer Sector, como “… el formado por aquellas entidades de carácter voluntario que, surgidas de la libre iniciativa ciudadana y reguladas de forma autónoma, persiguen por medio de la intervención en la política social en sentido lato contribuir a aumentar los niveles de calidad de vida y bienestar a través de un progreso social solidario” (de Lorenzo, 1996)[10].

Sin embargo para otros el tercer sector no deja de ser una mera convención carente de todo sentido teórico y práctico y que no cuenta con un espacio propio sino que va realizando incursiones en distintos escenarios “En la actualidad, la pluralidad de modalidades que se observan en el voluntariado ha roto el esquema del tercer sector y en su lugar empieza a diversificar transversalmente sus modos de existencia; hay un voluntariado que se organiza y ejerce en el interior del escenario de los mundos vitales, otros por el contrario se organizan y se ejercen en el interior del escenario del mercado, y otro en el interior del escenario del Estado” (García y Comes, 1995)[11].

Algunas clasificaciones

La heterogeneidad de este sector hace que las organizaciones que lo componen puedan ser muy diversas, existiendo diferentes clasificaciones según los criterios que se utilicen.  La más clásica es la de Beveridge (Beveridge, 1948)[12] que distinguía entre grupos de autoayuda y grupos que realizan su acción no en beneficio de sus asociados.  Rose (Rose, 1970)[13] diferencia entre los grupos expresivos, creados para la satisfacción de los miembros y grupos de influencia social que intentan lograr transformaciones de la sociedad.  Ascolí (1987)[14] propone una clasificación en la que mezcla varios criterios y diferencia 11 tipos de organizaciones:

  • Organizaciones religiosas.
  • Organizaciones relacionadas con el trabajo-sindicatos, organizaciones profesionales, etc.
  • Organizaciones relacionadas con la instrucción.
  • Fundaciones.
  • Organizaciones culturales.
  • Organizaciones de servicios.
  • Organizaciones sociales.
  • Organizaciones relacionadas con la sanidad.
  • Organizaciones benéficas.
  • Organizaciones políticas.
  • Organizaciones de masa organizadas.

Una clasificación muy empleada es la de Hoekendijk (Hoekendijk, 1986)[15] propuesta dentro del marco de Volonteurope[16].  Primero divide los grupos en dos grandes categorías siguiendo la clasificación de Beveridge (autoayuda – en beneficio de la comunidad) para después dividir cada uno de los grupos en cuatro categorías.

Es una clasificación realmente útil y que nos permite conocer qué características tienen y qué clase de actividad desarrollan las asociaciones dependiendo de la categoría a la que pertenecen.  Aunque como en todo es difícil, en la realidad, encontrar grupos puros que se encuadren claramente en una categoría.

A.-TRABAJO VOLUNTARIO EN FAVOR DE OTRA CATEGORÍA

1.-Asociaciones tradicionales de voluntarios. Los fundamentos de su trabajo son humanitarios o cristianos.  Los trabajadores profesionales se dedican exclusivamente a funciones de apoyo.  La coordinación la realizan los propios voluntarios.  Muy frecuentemente estas asociaciones o sociedades dependen de campañas de recaudación de fondos para realizar su trabajo.  A menudo tienen fuertes lazos internacionales. (Asociaciones de mujeres.  Grupos eclesiásticos.  Asociaciones juveniles.  Scout.  Cruz Roja.)

2.-Organizaciones profesionales (Oficiales o voluntarias) El tipo 2 es en parte una transformación del tipo 1, pero en el que los voluntarios son requeridos para desarrollar tareas suplementarias.  Estos comparten una filosofía común con los profesionales.  La coordinación se realiza siempre por profesionales. (Centros comunitarios.  Servicios para jóvenes.  Acciones educativas.  Centros de información.  Hospitales.  Bibliotecas.)

3.-Acciones alternativas, asistencia critica y otras actividades. Voluntarios junto a trabajadores profesionales críticos como una reacción al tipo 2.  El objetivo principal es el cambio de estructuras, secundariamente se proporciona una asistencia personal con una fuerte identificación con los jóvenes, pacientes, etc.  Frecuentemente son los trabajadores profesionales quienes, especialmente en sus comienzos, trabajan sin retribución y por tanto como voluntarios.  Los voluntarios trabajan más de media jornada. (“Establecimientos diferentes”, centros de asesoramiento legal, talleres escolares, cafés para mujeres, servicios para jóvenes, para familias con problemas con las autoridades responsables de la tutela, para pacientes de centros psiquiátricos.)

4.-Iniciativas voluntarias en el ámbito local Cuando la primera línea de asistencia, la de los amigos, conocidos y vecinos, falla o es insuficiente, las iniciativas voluntarias locales proporcionan amistad organizada y a veces, ayuda intensiva.  Son más pragmáticas que ideológicas.  Primero se proporciona la ayuda, después se ataca la situación que causa el problema, lo que representa la visión opuesta al tipo 3.  Los voluntarios realizan las tareas.  A menudo retribuyen a un coordinador.  El tipo 4 puede radicalizarse, como el tipo 3, o profesionalizarse como el tipo 2.  Son iniciativas locales con nombres y formatos diversos, con federaciones nacionales. (Nuevos grupos de ayuda vecinal.  Grupos para emigrantes.  Jardines de infancia.  Grupos para jóvenes delincuentes.  Ayuda telefónica SOS.  Hogares para niños maltratados.  Programas de alfabetización.)

B.-TRABAJO VOLUNTARIO EN FAVOR DEL PROPIO GRUPO, CATEGORÍA O SOCIEDAD.

5.-Grupos de autoayuda La autoayuda es un tipo de asistencia que se presta a personas en circunstancia similares y que se basa en una experiencia común.  El objetivo se centra en la emancipación de la persona.  Los grupos existen para ayudar en problemas psicológicos o sociales.  La asistencia consiste frecuentemente en el trabajo grupal, a menudo, en ayuda telefónica, visitas, etc.  La gente que ha comenzado a salir de su problema ayuda a otros que buscan una salida.  Las relaciones con los profesionales son diversas pero frecuentemente estos grupos les proporcionan información. (Problemas psicológicos: toxicómanos, crisis, etc.  Grupos de pacientes.  Grupos locales de minorías.  Grupos para personas en proceso de reintegración, para quienes padecen problemas con la familia, con los padres, con la pareja, etc.)

6.-Grupos de interés, uniones o ligas. A diferencia del tipo 5, no desean reforzar la personalidad sino cambiar la sociedad que reduce a los seres humanos a grupos con problemas.  Desean corregir la situación presente e influir en la mentalidad que les marginan.  Desean disponer de viviendas, salarios, trabajo, prestaciones.  Las grandes asociaciones pueden ser capaces de disponer de cierto personal retribuido.  Los servicios se prestan a un grupo más amplio que el de los miembros. (Ancianos pensionistas. Separados, minorías, asociaciones de pacientes, ex-presos, ex-psiquiatrizados, desempleados.)

7.-Grupos de acción. Son grupos cuyo principal propósito es cambiar las condiciones actuales a través de la acción política a todos los niveles.  Los grupos de acción por definición son temporales. (Grupos locales de vecinos en favor de zonas ajardinadas, zonas de juego, tráfico más seguro, aumentos de las viviendas, acciones contra las centrales nucleares.)

8.-Grupos de mentalización. Son grupos de larga duración y cubren un amplio campo.  El objetivo es un cambio en la mentalidad de amplios grupos de población, como preparación para un cambio en la administración hacia una sociedad más humana.  Son también la base de acciones temporales.  Cooperan con organizaciones de todo tipo. (Acciones en el tercer mundo.  Grupos en favor de la paz.  Amnistía Internacional.  Grupos con inquietudes sociales.  Liberación de la mujer.  Grupos para la protección del medio ambiente.  Diferentes grupos “militantes”.)

Para García Roca el Tercer Sector esta formado por (García, 1996)[17]:

  • Asociacionismo ciudadano.  Asociaciones con orientación altruista que prestan servicios útiles a la comunidad.
  • Cooperativismo social.  Desarrollan servicios con finalidad altruista y solidaria.
  • Organizaciones de voluntariado.  Asociaciones que colaboran en beneficio de los demás.

Otros proponen una división en cinco grandes grupos (Jerez y Revilla; 1997)[18]:

  • Formas tradicionales de ayuda mutua (organizaciones religiosas y de caridad, redes comunitarias de ámbito local).
  • Movimientos sociales (sindicalismo, feminismo, ecologismo, etc)
  • Asociacionismo civil (asociaciones de vecinos, deportivas, de ocio, etc.)
  • Organizaciones no gubernamentales.
  • Fundaciones y centros de investigación de carácter filantrópico.

La clasificación que sigue el Registro Nacional de Asociaciones para agrupar a las asociaciones reguladas por la Ley de Asociaciones es la siguiente:

  • Asociaciones culturales e ideológicas.
  • Deportivas, recreativas y juveniles.
  • Disminuidos físicos y psíquicos.
  • Económicas y profesionales.
  • Familiares, consumidores y tercera edad.
  • Femeninas.
  • Filantrópicas.
  • Educativas.
  • Vecinos.

Otra clasificación muy interesante que toma como criterios la participación de los asociados en la organización y el número de estos es la propuesta por Ruiz (Ruiz, 1994)[19] en el marco del informe FOESSA:

  • Éxito intensivo: Tienen muchos socios que participan frecuentemente en las actividades que desarrolla la organización.  Como por ejemplo,  las deportivo – culturales y las religiosas.
  • Éxito ritual: Tienen muchos socios pero sólo en ocasiones participan en las actividades de la asociación.  Por ejemplo, las asociaciones de vecinos o las de antiguos alumnos.
  • Selección intensiva: Cuentan con pocos socios pero muy activos.  Como las ecologistas, movimientos contra la droga, juveniles, etc.
  • Selección ritual: Son pocos los socios y estos en raras ocasiones participan.  Por ejemplo los colegios profesionales, asociaciones de consumidores, empresarios, etc.

Si seguimos unos criterios más jurídicos podemos tener la siguiente clasificación (Casado, 1989)[20]:

  • Asociaciones:
    • Agrupaciones de hecho ( no han formalizado su constitución).
    • Asociaciones de régimen general (Creadas bajo la ley de Asociaciones de 1964).
    • Asociaciones de régimen especial ((mutuas y mutualidades voluntarias).
    • Entes asociativos de derecho canónico (En virtud de acuerdo del Gobierno Español con la Santa Sede de 1979).
  • Corporaciones de derecho público (Creadas por ley).
  • Fundaciones
  • Otras

La Clasificación Internacional de Entidades no Lucrativas establece los siguientes grupos (Salamon y Anheir, 1996)[21]:

CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE ORGANIZCIONES NO LUCRATIVAS:  PRINCIPALES GRUPOS Y SUBGRUPOS

  • Cultura y Ocio:· Cultura y arte. Deportes. Otras actividades recreativas
  • Educación e investigación:· Educación primaria y secundaria.· Educación superior.· Otra educación.· Investigación.
  • Sanidad:· Hospitales y rehabilitación. Residencias de la tercera edad.· Salud mental y servicios de urgencia. Otros servicios sanitarios.
  • Servicios sociales.:· Servicios sociales.· Emergencias y ayuda.· Ayuda y mantenimiento de rentas.
  • Medio Ambiente:· Medio Ambiente.· Protección de los Animales.
  • Desarrollo y vivienda:·  Desarrollo económico, social y comunitario.· Vivienda.· Empleo y formación
  • Derecho, asesoramiento legal y política:· Derechos civiles y asesoramiento legal.· Derecho y Servicios jurídicos.·  Organizaciones políticas.
  • Intermediarios filantrópicos y promoción del voluntariado:
  • Religión.· Asociaciones y congregaciones religiosas
  • Internacional:· Ayuda al desarrollo, humanitaria y de emergencia.
  • Asociaciones empresariales y profesionales, sindicatos
  • Varios, no clasificados

Utilizando como criterios la fuente principal de financiación y la forma de dirección de la organización Hansmann diferencia cuatro tipos de organizaciones (Hansmann, 1986) [22]

  Gestionadas por un Patronato Gestionadas por un equipo directivo
Financiadas con donaciones Tienen una gran capacidad de atraer donativos de miembros y simpatizantes.  Los miembros suelen elegir la junta directiva, por lo que ejercen algún control sobre las actividades dela organización Relativa ausencia de control sobre los directivos.  Suelen ofrecer servicios, aunque sus miembros no tienen por que ser usuarios estos.
Financiadas con la venta de servicios Sirven a sus miembros a cambio de las cuotas que pagan Prestan servicios a un coste que excede el coste de los mismos.  Los excedentes se invierten en la organización.

Una clasificación muy sugerente es la propuesta por Saxby (Saxby, 1998)[23] realizada sobre la base de los siguientes criterios:

  • Autoridades Estatales: Como regulador público legal, otorgador de fondos y/o cliente, como financiadores tienen la capacidad de determinar los programas que desarrolla la organización.
  • Donaciones privadas: Financian el trabajo de la organización.  Es un contrato de intercambio de valores.  La organización se compromete a asegurar que sus trabajos incluyen los valores del contrato y la dirección legitima de sus asuntos.
  • Bases, miembros: Personas o entidades con los que la organización trabaja para diseñar y realizar sus programas.
  • Directores donantes: Entidades privadas crean y pueden financiar la organización.
  • Beneficiarios: Personas o entidades a las que la organización sirve con información servicios o dinero.

Con estos ejes define cinco tipos de entidades:

  • Tipo Uno.  Contratista de servicio público (Altamente financiadas por la Administración).
  • Tipo dos A: Subvencionadas por el Estado con Base social
  • Tipo dos B: Financiación mixta estatal privada.
  • Tipo dos C: Financiada por el estado, el público y sus bases.
  • Tipo tres De base popular (Con un gran numero de miembros y financiada con donaciones privadas).
  • Tipo cuatro: Financiada mediante colectas (Financiada con donaciones privadas)
  • Tipo cinco: Fundaciones subvencionadas (Financiada por entidades)

Por ultimo, Urrutia propone (Urrutia 1992)[24]:

  • Grupos de carácter expresivo y ocio.
  • Grupos vinculados a propuestas políticas.
  • Organizaciones “instrumentales”, vinculadas a problemas relacionados con los efectos del deterioro social y los ajustes del sistema económico.
  • Organizaciones vinculadas al ámbito religioso.
  • Organizaciones de socialización altruista.

Como podemos observar existen múltiples tipos de clasificación de la iniciativa social (casi tantas como diferentes nombres tiene la propia iniciativa social) que sin duda nos muestran su propia heterogeneidad, aunque esto no quiere decir que no tengan elementos comunes que los aglutinan y que los dotan de un cuerpo propio, además, quizás en esta diversidad que manifiestan las asociaciones y organizaciones esté su riqueza y grandeza.


[1]GIL GARCÍA: «Iniciativa Social y Voluntariado», en <<Bienestar Social y Desarrollo de los Derechos Sociales. Jornadas de Estudio y Planificación de la Acción Social>>. Fundación Friedrich Ebert. 1991.

[2] SMITH, DAVID H.: «Four sectors o five? Retaining the member-benefit sector», Non profit and voluntary-sector quarterly, 20, .

[3]La negrilla es del autor.

[4]JAMES, E Y ROSE-AKERMAN,S: “The nonprofit enterprise in market economics”. Harwood Academic Publishers, 1986.

[5]FUNES RIVAS, MARÍA  JESÚS: «Las organizaciones voluntarias en el proceso de construcción de la sociedad civil», en Sistema Nº 117. 1993

[6] MARTINEZ, JUAN LUIS: “Las organizaciones no lucrativas y la prestación de servicios” en <<La ayuda internacional humanitaria: Su gestión>>. Boletín de estudios Económicos. Vol. XLIX diciembre 1994 Nº 153.

[7] GINER, SALVADOR Y SARASA, SEBASTIÁN : “Altruismo cívico y política social”, en <<Leviatan>>, nº 61 otoño 1995.

[8] SALAMON, L.M. Y ANHEIR, H.K.: “Towards an undersranding of the international nonprofit sector” . The Johns Hopkins Comparative Nonprofit Sector Proyect, Nonprofit Management and Leadership, 2:3, 322-24, 1992..

[9]ROSE, ARNOLD: «Theory and methods in the social sciences». Univerty of Minnesota, Minenesota, 1954.

[10] DE LORENZO GARCÍA, RAFAEL: «Las fundaciones y el sector no lucrativo» en <Tercer Sector>. Documentación Social nº 103. Madrid, 1996.

[11] GARCIA ROCA, JOAQUIN Y COMES BALLESTER, JOSEP ANTONI : “El voluntariado como recurso social” en <<Premio Bancaixa de investigación sobre servicios sociales 1994. El voluntariado>> Bancaixa, Valencia 1995.

[12]BEVERIDGE: «Voluntary action: A report on methods of social advance».  George Allen. Londres 1948.

[13]ROSE, ARNOLD: «La estructura del poder». Paidos, Buenos Aires 1970.

[14]ASCOLI, H: «Estado de Bienestar y Acción voluntaria», en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 38. Madrid 1987.

[15]HOEKENDIJK, LIEBJE: «¿Que trabajo debe pagarse?». Cruz Roja Española. Madrid 1986.

[16]Volonteurope (Comité para la Promoción de la Acción Voluntaria en los Países de la Unión Europea) se formó en 1980 para promover intercambios de información, potenciar la formación voluntaria y el desarrollo del voluntariado.

[17] GARCÍA ROCA, JOAQUÍN: «El Tercer Sector» en <Tercer Sector>. Documentación Social nº 103. Madrid 1996

[18] JEREZ, ARIEL Y REVILLA, MARISA: «El tercer sector, una revisión introductoria a un concepto polémico» en <<¿Trabajo voluntario o participación?.  Elementos para una sociología del tercer sector>>.  Tecnos, Madrid 1997

[19]RUIZ OLABUENAGA, JOSÉ IGNACIO: «Ocio y estilos de vida» en <<V informe sociológico sobre la situación social en España.  Sociedad para todos en el año 2000>>.  Fundación FOESSA. Madrid 1994.

[20] CASADO, DEMETRIO: “Las organizaciones sociovoluntarias” en <<Las organizaciones voluntarias y la intervención social”. Acebo, Madrid 1989

[21] SALAMON, LESTER M. Y ANHEIR, HELMUT K: «The international Classification of Nonprofit Organizations: ICNPO-Revision 1 1996» Working Paper of the Johns Hopkins Comparative Nonprofit Project, nº 19. Baltimore 1993

[22] HANSMANN, HENRY: «The role of Nonprofit Enterprese» Josey-Bass . San Francisco 1986

[23] SAXBY, JOHN: «¿A quién pertenecen las organizaciones de cooperación no gubernamentales?» en David Sogbe (ed.) <<Calculo y compasión:  Un análisis critico de la cooperación no gubernamental al desarrollo>> Icaria, Barcelona 1998

[24] URRUTIA VICTOR: “Transformación y persistencia de los Movimiento Sociales Urbanos”. En <<La ciudad en cuestión>>., Política y Sociedad Nº 10, Madrid 1992.

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