Funciones de la Iniciativa Social

Publicado originalmente en el blog Iniciativa Social y Estado de Bienestar en 1997

Introducción

No cabe duda que el movimiento asociativo cuenta con una serie de funciones específicas en relación con el Estado y el Mercado que hacen que su papel sea fundamental en nuestra sociedad y que difícilmente pueda ser asumido por otros sectores.  Si no existiera movimiento asociativo tendríamos una sociedad desarticulada y con espacios que intentarían ser ocupados (más bien usurpados) por otros sectores.  En líneas generales, todos los autores coinciden en la importancia del movimiento asociativo, de la iniciativa social, aunque varía el grado de importancia que conceden y en las características especificas que le asignan.  Así, por ejemplo, para Harris (Harris, 1990)[1] es:

  • Una fuente capaz de generar un flujo de recursos para satisfacer necesidades.
  • Una expresión de compañerismo, que une a la comunidad.
  • Permite la identificación de un campo adecuado para la política social.

Para Elena Vázquez (Vázquez, 1991)[2] es importante la implicación del movimiento asociativo en la articulación de la política social por “… la diversidad que introduce, por la capacidad de innovación, de detectar nuevas necesidades, por el potencial de implicar a los ciudadanos y de ser cauce de participación de los usuarios, por la tendencia a la desburocratización y humanizacíon que imprime en los servicios las mejoras que pueda aportar en una mejor relación coste-eficacia[3].

Para Jarre (Jarre, 1991)[4], se pueden definir cinco funciones básicas de las asociaciones:

  • Aportar innovaciones.  Creando programas novedosos o experimentales que no pueden ser asumidos por el Estado (no esta demostrada su eficacia) ni por el Mercado (no esta demostrada su rentabilidad).  Son más flexibles en sus estructuras y están más cerca de la realidad, por lo que pueden detectar con mayor facilidad las necesidades emergentes.
  • Prestar servicios.  Desarrollan servicios para la comunidad, normalmente no cubiertos o cubiertos deficitariamente.  Esto permite además, en muchas ocasiones, al usuario poder elegir entre varias alternativas, estimulando de este modo la competencia y la mejora de la calidad.
  • Actuar como defensor.  Defienden los derechos de los colectivos más vulnerables, cuando estos por sí mismos no pueden hacerlo; o bien destacan con su acción la vulneración de estos derechos.
  • Garantizar valores.  Garantizan la presencia en la sociedad de valores de participación y solidaridad frente a los valores individualistas predominantes, sirviendo de modelo para el resto de los ciudadanos.
  • Estructura mediadora.  Actúan como mediadores entre los ciudadanos y el Estado, ya que al conocer las necesidades y demandas pueden transmitirlas a las instancias correspondientes.  A su vez pueden dar a conocer los servicios existentes a aquellos colectivos para los que van destinados.

De acuerdo con la clasificación de Azúa podemos hablar de un decálogo de funciones de las asociaciones.  No tienen por que estar presentes todas en una asociación concreta, pero toda asociación realiza alguna de ellas (Azúa, 1989)[5]:

Acogida

Quien ha pasado o está sufriendo un problema, es más fácil que comprenda y por tanto pueda “acoger” mejor a las personas que lo padecen.  Se produce una empatía difícilmente lograda en otras situaciones, además, la persona que sufre el problema estará más abierta a contarlo a alguien de quien sabe a ciencia cierta que también lo padece, ya que supone será mejor comprendido.  Esta función suele ser desempeñada por las asociaciones de autoayuda, ya que están formadas por miembros que padecen un determinado problema o situación, bien por sí mismos, bien por familiares cercanos.  Las organizaciones altruistas o de heteroayuda no desarrollan generalmente esta función y en líneas generales sólo se dedican a apoyar la actividad de las de autoayuda.  Una acogida adecuada ha demostrado ser uno de los elementos más importantes para posteriormente realizar una intervención eficaz.  Como ejemplo de esta forma de actuación pueden estar las asociaciones de mujeres maltratadas y/o violadas.

Información/orientación

Se informa sobre un problema determinado, la forma de resolverlo o paliarlo y sobre los recursos disponibles.  Acuden pidiendo consejo sobre las consecuencias de una enfermedad, las ayudas de la Administración que pueden estar disponibles, los grupos de apoyo que pueden existir, asesoría legal, cómo se puede ayudar a paliar el problema, qué medidas puede tomar la familia, etc.  Esta información y orientación se realiza bien de un modo personal en la propia organización por voluntarios formados, bien se dispone de revistas, boletines, páginas WEB y publicaciones diversas que informan a sus asociados y a la población en general.  La información y orientación son llevadas a cabo por las organizaciones de autoayuda y de heteroayuda, pero con mucha mayor insistencia por las primeras.  Podemos tener asociaciones como los Padres con hijos con síndrome de Down o la asociación de enfermos de Alzeimer, etc.

Apoyo

Es una función básica de las organizaciones de autoayuda y para algunas su única razón de ser.  Se trata de dar un apoyo material y emocional a los afectados.  Este apoyo en muchas ocasiones se utiliza como un complemento más a la hora de realizar la integración y rehabilitación del afectado, que se ve rodeado de personas con problemas similares que han podido superarlos.  Aunque frecuentemente se desarrolla con el afectado, en otras muchas es más eficaz actuar con la familia o su entorno más próximo, como por ejemplo el apoyo a familias con pacientes afectados de SIDA, apoyo a familias de toxicómanos, etc.  El apoyo suele ser un aspecto crucial en muchos procesos para poder salir más eficazmente de la situación problemática, o poder llevar una vida normal y adaptada.  Como ejemplo podemos señalar la Asociación de Víctimas del Terrorismo, las asociaciones de minusválidos, etc.

Promoción y gestión de servicios

Las organizaciones desarrollan y promueven la realización de determinado tipo de servicios, para sus asociados, la población en general o determinados colectivos.  Estos servicios se crean, bien cuando no existen, y la organización considera que son necesarios, bien cuando existiendo cree que no reúnen la calidad suficiente o no alcanzan a toda la población que debería tener acceso a ellos y se ofrecen como alternativa o complemento a los ya existentes.

En la gestión de servicios las asociaciones toman diferentes posturas, por un lado aquellas que piensan que no deben prestar servicios, ya que es una responsabilidad pública, y por tanto, se limitan a señalar su necesidad a las Administraciones.  Otras consideran que deben crear y mantener servicios, aunque existan ya desde la Administración como una alternativa más para los ciudadanos, que podrán de este modo elegir entre un abanico más amplio de ofertas, creando la competencia una mayor calidad.  Así, tenemos organizaciones o asociaciones que piensan que el Estado y la Iniciativa Social deben dirigirse a usuarios diferentes, actuando de este modo las asociaciones “paralelamente” a la acción del Estado y siempre sin encontrarse.  Pueden realizar el mismo tipo de actividad pero a colectivos diferentes, es lo que algunos denominan actuación en líneas paralelas (Webb y Webb, 1911)[6].  Otras adoptan un papel subsidiario o complementario ante las Administraciones, complementando los servicios que estas ofrecen o bien cubriendo aquellos en donde las Administraciones no son capaces de actuar.  En este sentido actúan como “instrumentos” del Estado desarrollando acciones que serían propias de este, pero que subvenciona para que las organizaciones las realicen, en este caso la iniciativa social actuaría como instrumento de política pública (Kanh, 1976)[7].  Para otras, el Estado es el responsable de prestar los servicios a los ciudadanos asegurando un nivel mínimo para todos.  La asociación trata de “ampliar” los servicios complementándolos, es lo que se denomina ampliación de la escala (Ascolí, 1987)[8].  Por ultimo, otras actúan cubriendo aquellos campos donde el Estado no puede llegar son “auxiliares” de los poderes públicos, cuando el Estado puede cubrir ese campo la asociación lo abandona, es lo que se denomina auxiliar de los poderes públicos

La promoción y gestión de servicios es la función fundamental de muchas organizaciones, sobre todo de las más clásicas, es quizás el aspecto que puede dar lugar a una mayor discusión en su relación con el Estado y el Mercado.  ¿Es la prestación de servicios un área de responsabilidad pública o bien debe ser un campo abierto a la actuación de las asociaciones?  ¿Deben abandonar las asociaciones los servicios que ya presta el sector público?  Estas son algunas de las cuestiones que se suscitan en torno a esté aspecto y, sin duda el debate continuará abierto durante algún tiempo.  Ejemplo de este tipo de función es la que desarrollan las organizaciones más clásicas como Cruz Roja Española o Cáritas.  Sin duda, las organizaciones “son por lo general, mucho más que una empresa de servicios – en cuanto que no nacen exclusivamente para prestarlos sino para propiciar un cambio de conducta – pero necesitan comportarse como tal desde un punto de vista de la gestión, para poder cautivar al potencial adoptante” (Älvarez, Martín y Martínez, 1998)[9].

Mentalización social

La mentalización es uno de los aspectos más importantes que pueden desempeñar las asociaciones, teniendo en esta función un amplio campo de actuación.  Sin olvidar además que es uno de los temas que se encuentran en la actualidad más de “moda”.  Sus acciones van dirigidas a mentalizar y concienciar a la sociedad sobre la situación de un determinado grupo o colectivo, una situación problemática, la situación del medio ambiente, de los países en desarrollo, la importancia de la solidaridad social, la conveniencia de determinados hábitos de salud, etc.  Es una de las armas más eficaces de la iniciativa social y ha demostrado su eficacia en aspectos como la solidaridad con los países más desfavorecidos del planeta, la integración de minusválidos físicos y psíquicos, la problemática medio ambiental, la sensibilización contra el racismo y la xenofobia, etc.  Esta mentalización se lleva a cabo con acciones del más diferente tipo, pero suelen emplearse publicaciones periódicas, conferencias y cursos, apariciones en medios de comunicación, trabajo en colegios, acciones de gran impacto social (por ejemplo la acampada por el 0,7% o las huelgas de hambre), etc.  Un ejemplo de organización con un destacado papel en la mentalización social son por ejemplo los Comités Ciudadanos Anti-SIDA que han jugado un destacado papel en el conocimiento y aceptación las personas que padecen esta enfermedad.

Prevención

La prevención se esta mostrando como una de las claves en la actuación de las ONG,  problemáticas como la del SIDA, el medio ambiente, etc. han demostrado la importancia de las medidas preventivas.  Las organizaciones ante la prevención pueden adoptar la estrategia de presionar a la Administración para que desarrolle campañas preventivas, o bien, diseñar y desarrollar por sí mismas este tipo de campañas.  Se realizan campañas de prevención sobre el SIDA, el alcoholismo, las toxicomanías, embarazos no deseados, juego patológico, delincuencia juvenil, malformaciones congénitas, malos tratos a la infancia, defensa del medio ambiente, etc.  Las asociaciones son conscientes de la importancia de esta función y progresivamente se va incorporando a un mayor número.  Por ejemplo la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer cada vez centra más su acción en los aspectos preventivos.

Control

Se trata básicamente de controlar los servicios que prestan tanto las Administraciones Públicas, como el sector privado para que respondan a los niveles de calidad y eficacia exigibles.  Para ello, se realiza un seguimiento de las prestaciones y servicios y denuncian las situaciones inadecuadas que provocan intervenciones poco eficaces.  También tratan que progresivamente exista una mayor presencia de los usuarios y de las organizaciones en el funcionamiento y gestión de estos servicios para que se desarrollen según las necesidades y con la calidad exigida por los usuarios.  Como ejemplo llamativo en los últimos tiempos han surgido con cierta fuerza asociaciones de telespectadores que tratan de controlar la calidad de los programas televisivos, en especial de la programación infantil.  Un ejemplo típico de esta función son las asociaciones de consumidores y usuarios.

Reivindicación

Se desarrolla básicamente a través de grupos de presión y tratan fundamentalmente que se respeten los derechos de los ciudadanos, que se produzcan cambios legislativos o promover mejoras en infraestructuras o prestaciones.  El elemento reivindicativo, por ejemplo, fue muy utilizado por las asociaciones de vecinos para presionar por la mejora de infraestructuras en los barrios o por los movimientos ecologistas para la eliminación de vertidos o el cierre de determinadas empresas contaminantes, o bien por movimientos ciudadanos para erradicar el chabolismo y lograr realojos dignos.

Formación

La mayoría de las asociaciones realizan una labor importante en la formación de sus miembros, pero además, desarrollan acciones formativas hacia la población en general y, en ocasiones, forman a profesionales, ya que la asociación adquiere un alto grado de conocimientos y de especialización en el campo en el que trabaja.  Esta labor formativa en determinadas circunstancias es una forma de presión y de reivindicación que sirve para sensibilizar a la población y a los profesionales.  La formación que ofrecen algunas asociaciones llega a ser altamente especializada y de una gran calidad.  Así, no es extraño que las ONG impartan master de los temas más diversos o sean los protagonistas de muchos de los cursos impartidos en las universidades de verano.

Promoción del voluntariado y de la solidaridad

Las asociaciones por si mismas son un ejemplo de promoción del voluntariado y de fomento de la solidaridad, pero en ocasiones se dedican específicamente a esta labor, bien para sí mismas (campañas de captación), bien para el asociacionismo en general (Campañas de sensibilización de la Plataforma Para la Promoción del Voluntariado en España[10] o del Consejo de la Juventud de España), bien como fomento de la solidaridad con algún aspecto concreto (Plataforma por el 0,7%).

Funciones por el objeto de intervención

Estas funciones también pueden ser clasificadas por el objeto de intervención.  Así tendríamos aquellas que se dirigen hacia el individuo o colectivo que sufre el problema y aquellas que de un modo u otro van dirigidas – o pueden ir dirigidas – a toda la sociedad.

CON RELACIÓN AL USUARIO CON RELACIÓN A LA SOCIEDAD
Acogida
Orientación
Apoyo
Gestión de servicios.
Prevención
Mentalización social
Control
Formación
Promoción del Voluntariado.
Reivindicación.

¿Desaparecerán las asociaciones?

A la vista de estas funciones podemos hacernos la ya clásica pregunta ¿desaparecerían las asociaciones si todo estuviera en manos del Estado?  No parece que en la situación actual el Estado de Bienestar amplié sus prestaciones, más bien al contrario; pero evidentemente, si pensamos en una asociación como un elemento que provee y gestiona servicios podemos llegar a la conclusión que no tiene sentido su existencia si ya presta estos el Estado.  Pero, ¿podrá el Estado realizar el resto de funciones?  ¿Realizará adecuadamente tareas de acogida, o de apoyo, o tareas de control y reivindicación? Creo que no.  Es cierto que algunas las podrá realizar con mayor o menor fortuna, pero en otras como las de reivindicación, control o mentalización son un espacio propio de la iniciativa social.  Por ello, aunque alcanzásemos el máximo nivel posible de Estado de Bienestar, seguirá existiendo un movimiento asociativo que represente a los ciudadanos y que controle que estos servicios se prestan adecuadamente o que reivindique la extensión de determinados derechos.  Como plantea muy acertadamente García Roca (García, 1996)[11] “…incluso en las mejores Administraciones públicas y en los más óptimos Mercados, tendría un sentido sustantivo el Tercer Sector como productor, gestor y distribuidor de servicios a las personas”.

Y puestos en el supuesto utópico de un “Gran Estado” que como un gran dios todo lo controla y gestiona ¿se conformará el ciudadano con esta situación? ¿Estaríamos en una sociedad con unos ciudadanos resignados a la falta de participación?, ¿A recibir todo hecho y elaborado? ¿A ser meros receptores de servicios?  El sentido común nos dice que estamos muy lejos de esa situación y que ésta no será posible en una sociedad moderna y democrática.  Situaciones así sólo adquieren realidad en la mente de ciertos escritores de ficción científica.  Los acontecimientos según se desarrollan nos inducen a pensar en una situación contraria, en donde el Estado cada vez se aparta más de la gestión directa de servicios y va dejando espacios que la iniciativa social esta pronta a ocupar.

  AUTOAYUDA ALTRUISTAS
  Dedicadas a la satisfacción de necesidades de sus miembros.  Están formadas por personas que tienen un problema o preocupación compartida. Dedicadas a la satisfacción de las necesidades de los grupos más desfavorecidos.
ACOGIDA Quien ha pasado por circunstancias similares esta en mejores condiciones para servir de receptor.  Tarea fundamental de la ayuda mutua. Apoyo a las organizaciones de ayuda mutua.
INFORMACION/ORIENTACIÓN Información sobre el problema y la orientación sobre como resolverlo. Publicaciones periódicas. Realizan tímidamente esta tarea.  Apoyan con voluntarios a las de ayuda mutua.
APOYO – Cómo instrumento de rehabilitación.- Cómo soporte familiar.- Cómo soporte personal.  
PROMOCIÓN Y GESTIÓN DE SERVICIOS. Se crean cuando no existen o carecen del mínimo de calidad exigible.Existen diferentes posturas:- Los servicios son responsabilidad publica, por lo tanto sólo se debe señalar el problema.- Creación y mantenimiento de servicios.- Papel subsidiario o complementario. – Obtención de fondos.- Responsables directos de la gestión de servicios.- Similares planteamientos a las de autoayuda.
MENTALIZACION SOCIAL. Cambio de actitudes ante los problemas.- Publicaciones, conferencias, etc.- Destacan su condición de personas.- Desligarles de conceptos negativos. Incremento de la solidaridad social.Incremento del voluntariado.Información y divulgación de aspectos preventivos.
PREVENCIÓN. Presión ante las administraciones para la puesta en marcha de campañas preventivas. Acciones de prevención más globales, aunque esporádicas.
CONTROL. – Denuncia de situaciones inadecuadas que provocan empobrecimiento en la calidad de los servicios.- Participación: Fomentar la participación de los usuarios en el funcionamiento y gestión de los servicios sociales. – Preocupación por la calidad de los servicios.- Participación de los usuarios.
REIVINDICACIÓN. Asegurar que se respeten los derechos.Mecanismos de presión. – Intentar cambios legislativos.- Grupos de presión.
FORMACIÓN. Presión ante las autoridades académicas.Formación de su personal. – Formación para terceros.- Formación interna.
PROMOCIÓN DEL VOLUNTARIADO.   Promoción y desarrollo de la solidaridad a través del voluntariado.

[1]HARRIS, DAVIS: «La justificación del Estado de Bienestar».  Instituto de Estudios Fiscales.  Madrid 1990.[2]VAZQUEZ, ELENA: «Notas sobre el futuro desarrollo de la política social en España», en <<Programa Madrileño de Integración>>. Tomo I. Comunidad de Madrid 1991.[3]Las negrillas son del autor.[4]JARRE DIRK: «La iniciativa social y humanitaria en Europa Occidental», <<Las entidades no lucrativas de carácter social y humanitario>>.  Editorial La Ley. Colección solidaridad. Madrid 1991.[5]AZUA, PAULINO: «Opciones de política interna por parte de las ONGs», en <<Organizaciones voluntarias e intervención social>>. ACEBO. Madrid 1989.[6]WEBB, S Y WEBB, B: «The prevention of destitution».  Longmans, Grean and C.  Londres 1911.[7]KANH, A. J.:»A franework for public-voluntary colaboration in the social services, in the social welfare forum»  University Press.  Columbia 1976.[8]ASCOLI, H.: «Estado de Bienestar y acción voluntaria», en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, nº 38.  Madrid 1987.[9] ÁLVAREZ DE MON, SANTIAGO; MARTÍN CABAÑA Y MARTÍNEZ SÁNCHEZ, JUAN LUIS: «El tercer sector: retos y propuestas para el próximo milenio».  Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid 1998[10] La Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España cuenta con un teléfono de información que es apoyado por la Comunidad de Madrid y donde se da información en general sobre el voluntariado y sobre aquellas actividades que pueden desarrollar.[11] GARCIA ROCA, JOAQUÍN: «El tercer sector», en <<Tercer Sector>>.  Documentación Social, Nº 103.  Madrid 1996.

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