A VECES VEO BICIS…

BICIMAD es el sistema de bicicletas públicas compartidas de la ciudad de Madrid puesto en marcha en 2014. En septiembre de 2021, se anunció que la empresa francesa Smovengo se haría cargo de la gestión del servicio de BICIMAD. Smovengo es la misma empresa que gestiona el servicio de bicicletas públicas en París y otros lugares en Francia. Desde entonces, se ha informado de mejoras en el servicio, incluyendo la adición de nuevas estaciones y bicicletas eléctricas.

Ha habido algunas críticas sobre el coste del servicio y su accesibilidad para los habitantes de los barrio del sur en el exterior del anillo de la M30. En febrero de 2022, el Ayuntamiento anunció una reducción del precio del abono anual para usuarios habituales y la eliminación del coste de alta inicial para nuevos usuarios. En octubre de 2022 el Ayuntamiento de Madrid aprueba la municipalización de la red de bicicletas, para extender el servico y hacerlo mas eficiente. De acuerdo con los datos de Bicimad, el 1 de abril, se contaba con 611 estaciones y 7.500 bicicletas.

Lamentablemente, en las últimas semanas se han reportado pérdidas de bicicletas del sistema BICIMAD. El Ayuntamiento de Madrid ha informado que se han perdido más de 600 bicicletas en los últimos meses, y que muchas de ellas han sido robadas o vandalizadas. El 26 de abril, de las casi 4.000 bicicletas desplegadas por el Ayuntamiento tres semanas antes (2.964 antiguas y 955 nuevas) solo quedaban en el sistema 732, según un recuento realizado por Somos Madrid. Casi 3.200 bicicletas han desaparecido y nadie sabe dónde están.

El problema parece estar en la introducción de nuevas bicicletas, incompatibles con las viejas, conviviendo ambos sistemas en lugar de apagar un sistema y encender el otro, pero tampoco son compatibles sus estaciones, porque los enganches no son los mismos. Para que pudieran usarse a la vez, se diseño un sistema en el que las personas usuarias puedan finalizar sus trayectos sin anclar a las bases, cerrando “simplemente” el candado trasero. Sistema que debe ser activado por las personas usuarias y que esta generando problemas. Para hacer más llevadero el período de transición y disminuir las quejas, se anuncio la gratuidad del servicio hasta final de julio, medida que ha tenido la virtud de favorecer el colapso absoluto de la red.

Dos modelos de bicicletas distintos, dos sistemas diferentes, dos modelos de anclaje incompatibles, dejar el éxito de la operación a que las personas usuarias supieran que tienen que hacer ¿Que podía salir mal?

De todo este caos, podemos sacar dos enseñanzas. Por un lado, la importancia de la planificación. Por ejemplo, la necesidad de utilizar metodológías ágiles, nada nuevo.

Las metodologías ágiles son un conjunto de prácticas y enfoques para el desarrollo de software y proyectos que se centran en la colaboración entre equipos multidisciplinarios, la entrega repetitiva y continua de soluciones funcionales y la adaptación constante a los cambios en los requisitos y objetivos del proyecto. Algunas de las más conocidas son:

  • Scrum: Se centra en la colaboración, la retroalimentación continua y la entrega incremental de productos funcionales en ciclos cortos de tiempo llamados «sprints».

  • Kanban: Se centra en la visualización del trabajo, la limitación del trabajo en progreso y la mejora continua. Kanban utiliza tableros visuales para mostrar el flujo de trabajo y limita el trabajo en progreso para reducir la sobrecarga y mejorar la eficiencia.

  • Lean: Es una metodología ágil que se centra en la eliminación de tiempos muertos y la optimización del flujo de trabajo. Lean utiliza técnicas como el mapeo de valor y el análisis de flujo de valor para identificar áreas de mejora y reducir los tiempos de entrega.

Otra alternativa, podria haber sido lanzar un Producto Mínimo Viable (PMV o MVP por sus siglas en inglés). PMV es una versión básica de un producto o servicio que se desarrolla con el fin de validar su viabilidad y validar las hipótesis del negocio con el menor esfuerzo posible. La idea detrás de un PMV es lanzar al mercado una versión temprana del producto para obtener retroalimentación de los usuarios, identificar errores y posibles mejoras, y validar su demanda antes de invertir en su desarrollo completo.

Un PMV debe tener las características mínimas necesarias para satisfacer las necesidades del cliente y resolver su problema principal. No debe incluir funcionalidades adicionales que puedan retrasar su lanzamiento y aumentar los costes de desarrollo innecesariamente. Para desarrollar un PMV, es importante seguir un proceso cíclico, en el cual se recibe retroalimentación de los usuarios y se realizan mejoras continuas para refinar el producto. A medida que se obtiene más retroalimentación y validación, se pueden agregar más características y funcionalidades al producto.

El objetivo de un PMV es minimizar los riesgos y los costes de desarrollo, y maximizar el aprendizaje y la retroalimentación del mercado. Al lanzar un PMV, se puede determinar la viabilidad del producto con un mínimo de recursos, antes de invertir más recursos en el desarrollo completo del producto.

No me cabe ninguna duda que la utilización de estas técnicas hubiera evitado la perdida de miles de bicicletas pagadas con dinero publico de los madrileños y madrileñas. ¿Por que no se utilizaron? Las prisas son malas consejeras, sobre todo cuando se aproximan las elecciones.

Por otro lado, una vez generado el problema y el caos, se podia haber recurrido a la colaboración ciudadana. Quizás todo hubiera funcionado mejor si el Ayuntamiento de Madrid hubiera reconocido su error y hubiera tratado de pedir la colaboración de la ciudadanía para solucionar este problema. En vez de pedir personas voluntarias entre los conductores y conductoras de autobús para recoger bicicletas abandonadas.

Miles de madrileños y madrileñas, auto organizadas, ya están localizando e informado de las bicicletas perdidas a Bicimad, organizados en plataformas como BICIMAD EN LUCHA @BicimadL o Afectados @biciMAD @Afectadosbicim1.

Colaboración ciudadana que desborda al propio Ayuntamiento. Muchas de las bicicletas localizadas, no son retiradas hasta pasados cuatro días, en muchos casos cuando acuden están vandalizadas o en otra ubicación. ¿Porqué no se recurre a la colaboración ciudadana? Es muy difícil estar durante cuatro años poniendo trabas y cuestionando la participación de la ciudadanía, viendola como enemigos porque son críticas y pedir la colaboración cuando tengo un grave problema.

Al menos, logremos aprendizajes de este caos en BICIMAD.

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