El poder de las multitudes está barriendo Oriente Medio. En cuestión de unos pocos días, la población logro derribar una dictadura de casi 30 años en Túnez. Los blogs y las redes sociales, han cumplido un doble papel, por un lado, han servido de medios para movilizar a la población, por otro, de canales para contar al mundo lo que estaba ocurriendo.
Wikileaks, filtró algunos detalles de la forma de vida del Presidente tunecino y su familia, poco acorde con el nivel de los ciudadanos del país, donde también se mostraba el alto nivel de corrupción existente, esto contribuyo a encrespar los ánimos. Cuando la revuelta comenzó, el gobierno tunecino comenzó a bloquear páginas criticas, y ha detener y encarcelar a blogeros y activistas. Lo que provoco una airada protesta en la red, incluida la campaña Operation Tunisia, un ciberataque que provoco el bloqueo de las paginas gubernamentales de Túnez. A través de Internet, la población tunecina, sabía que estaba pasando, al igual que los medios de comunicación que se alimentan de las redes sociales para transmitir información e imágenes.
Ahora toca Egipto, aunque el gobierno esta restringiendo las redes sociales y algunos servicios de internet, como Twitter, que han sido utilizados para organizar las protestas contra el gobierno en El Cairo, no ha sido capaz de parar las comunicaciones, ni la revuelta. Google ha desarrollado una herramienta para que los ciudadanos egipcios puedan seguir tuiteando, a pesar de que las autoridades han interrumpido las comunicaciones móviles y de internet. Para ello, ha puesto a disposición de los usuarios tres teléfonos internacionales en los que pueden dejar un mensaje de voz y el servicio instantáneamente tuitea el mensaje con el tema #egypt.
Parece que las revueltas ya se estan extendiendo a otros países de la zona como Yemen, Jordania, …. Activistas por las reformas democráticas en Siria y Sudán han comenzado a organizarse en Facebook y otras redes sociales. Podríamos estar ante el equivalente de la caída del Muro de Berlín para el mundo árabe. Si el gobierno cae en Egipto, una enorme corriente democrática podría propagarse por toda la región.
Es cierto que las redes sociales no son el motor de las revueltas, sino la injusticia, la pobreza, el desempleo, la corrupción, la opresión, como platea Ramón Lobo… Pero sin duda, la gasolina con la que se pone en marcha ese motor es internet, las redes sociales. Para Carlos Carnicero: … “es imposible censurar el espacio cibernético: siempre habrá fugas de información. La libertad ya no tiene barreras. Faltaba capacidad de coordinar el descontento. Lo que antes se hacía en una reunión clandestina ahora se expande por el ciberespacio, ante la incredulidad de los sátrapas que pensaban que la información podía ser perennemente controlada”
Las revueltas del norte de África nos sitúan ante una nueva forma de hacer revoluciones en el siglo XXI, ante una nueva forma de activismo. Internet, es actualmente la mayor amenaza para cualquier régimen totalitario.
Si esto se puede lograr en países, donde la conexión a internet no es excesivamente alta, imaginemos la capacidad organizar a los ciudadanos que tienen las redes sociales en los países desarrollados, donde la conexión a la red es ya casi universal.
Es fundamental que trabajemos por una red libre y sin controles y en el acceso universal a Internet, como una de las mejores formas de luchar contra la injusticia. Hay momentos en los que no son los poderosos los que escriben la historia, sino los ciudadanos. Estamos ante uno de esos momentos.